jueves, 15 de septiembre de 2011

The Burning Red…

The Burning Red…


(Y si ella nunca se hubiera ido…
¿Entonces, qué?)

Es tan doloroso y hermoso el recordarla…

Recuerdo con todo detalle su olor,
su sabor,
el brillo intenso de sus ojazos,
con esa luz que me cegaba
y que me hacía ver a Dios
y a todos los ángeles de todos los paraísos creados
y por crear,
la tersura de su piel tan suave,
cada rincón de su ser,
el contonear de todo su cuerpo al caminar,
el hermoso tono de su voz,
cuando me hablaba con voz de niña solo para complacerme,
cuando me besaba
y me hacía ver todas las estrellas, galaxias y universos creados
y por crear…

Como llenar este inmenso vacío que tengo en el alma,
que no he podido llenar con nada
y que se hace cada vez mas y mas profundo,
mas inmenso,
mas indescriptiblemente doloroso,
como sacarme todo esto de adentro
sin reventarme las entrañas y el cerebro en el proceso,
como poder soportar llegar al límite del sufrimiento,
como es posible vivir así,
amar así,
sufrir así,
como pude acumular tanto dolor, frustración y rabia en una sola vida,
como pude,
como pudo,
como no puedo dejar de recordarla,
como no puedo dejar de llorar por ella,
como no puedo dejar de sentir escalofríos cuando la veo,
como no puedo dejar de amarla,
como no puedo dejar de sufrirla,
como puedo,
como pudo,
como pude,
como dejo de sentirme tan miserable,
tan mediocre,
tan inservible
precisamente por dedicar cada instante de mi vida a ser todo lo contrario,
como matar esta maldita soledad que me cala hasta los huesos,
como ser poder ser feliz en el intento,
como,
maldita sea…

¡Cómo!

Por: Ezequiel
(César Santos Jr.)
septiembre6@hotmail.com
(507) 65934165
                                                                                                                   15 de Septiembre de 2011

Oz

Oz

He visto lo que he querido ver.
Al fin el control domina mis actos.
He hecho lo que he querido hacer.
Viajé al Cielo y al Infierno en un instante.
Estoy muerto ya.

Y ahora es que me siento vivo.
No puedo hablar.
Y jamás me he sentido más libre.
Nada importa ya.
Me he vuelto a encontrar conmigo mismo.
Soy inmortal.
No moriré.
Ya no siento el dolor.

Es falso.
¡Si sufro!
¡Rescátame!
¡Hazlo, por favor, te lo ruego!
Aunque me veas riendo, lloro sin consuelo.
Ya no se quien soy.

Solo sé que ya no soy quien era antes.
Todo ha cambiado.
Y aquí estoy. Ya no se quien soy.

¡Dime! ¿Qué más podía yo hacer?
Te mentí, te engañe y ya no mentiré mas.
Me condené por mis actos.
Y te perdí.

Eso ya no lo puedo cambiar.
Solo me quedaba el pedir perdón.
Y no lo conseguí.
Me ofreciste tu amistad.
Pero no es suficiente para mí.
Ni nunca lo será.

¡Te amo, maldita sea!

Tanto tiempo de rodillas.
Y al final, lo que mas temía pasó.
Me regalaste la peor navidad de mi vida.

Gracias, mi amor, me lo merezco.

No sé si mentiste.
Decías tantas veces que me amabas.
Y ahora dices que no.
Estoy confundido.
No te entiendo.
Me dices que te odie.
No puedo.
Mátame mejor, si piensas seguirme tratando así.
Aunque ya lo hiciste.
Me sacaste el corazón del pecho, cuando aun latía.
No puedo decir que no volveré a amar.
No lo sé.
Aun respiro.
Pero mi vida está vacía.
Haces falta tú.
Y tú ya nunca estarás aquí, conmigo.
Estoy muerto.
Tú me mataste.
Y no te culpo.
Ya yo lo hice contigo una vez.
Y otra vez.
Y otra vez.
Y otra vez.

La vida es como un péndulo.
Y ahora está a tu favor.
Recibí lo que merezco
y sé que no muestras ni mostraras compasión por mí.

Tal vez viví una fantasía todo este tiempo.

Pero fue tan real para mí que aun juraría que todo lo que viví fue cierto.
                                                                                                                                   Por: Ezequiel
(César Santos Jr.)
septiembre6@hotmail.com
(507) 65934165
25-01-1997

sábado, 3 de septiembre de 2011

Las Ratas no soportan la presión…


Las Ratas no soportan la presión…

Recuerdo,
como si fuera ayer, 
cuando una anciana ucraniana
me contó una vez una historia
de los días de la guerra contra el Nazismo…

“Hubo una vez un piloto de un Sturmovik
que en pleno vuelo,
mientras volaba rumbo a batirse en combate
con la elite de la Lutfwaffe
para liberar a su pueblo de las garras del invasor fascista ,
(en aquel entonces Ucrania era territorio ocupado por los Nazis),
se percató de que una Rata se había subido a su avión
y que se revolvía entre sus pies
y que amenazaba con morderle…

No podía aplastarla con sus pies,
porque apenas podía mover las piernas
por lo estrecho que era la cabina de su avión…

No podía matarla con sus manos,
porque si soltaba los controles del Sturmovik,
se precipitaría al vacio…

Así que empezó a subir, subir y subir,
hasta que la rata explotó,
producto de la presión atmosférica
que la aplastó hasta hacerla estallar…

Y el piloto siguió su camino hacia la batalla
, donde derribó una escuadra completa de Stukas…

Yo lo sé,
porque ese joven piloto era yo",
me dijo la anciana, mientras sonreía orgullosa…

"La moraleja de esta historia,
joven camarada", 
tal como me lo contó la anciana ucraniana,
"es que cuando una rata aparezca en tu vida
mientras te diriges al combate más importante de tu existencia,
ELEVATE,
porque las ratas no soportan la presión…”


Por: Ezequiel
(César Santos Jr.)
septiembre6@hotmail.com
(507) 65934165
18 de Julio de 2011

ÆNIMA


ÆNIMA

Gracias por limpiarme…
Gracias por la noche…
Gracias por el día…
Gracias por la lluvia…
Gracias por la luna…
Gracias por el sol…

Ayer sentí el malestar más agudo y profundo
que pudiera experimentar ser humano alguno
y me retorcí de dolor
y me envolví en mi mismo,
como un caracol…

Y exploté,
vomité mis entrañas completas,
hasta que no quedó nada en mi
de lo que antes fui…

Y luego me sentí limpio,
nuevo,
renacido…

Y descansé,
al fin,
descansé…

Y cuando al fin pude dormir,
en ese momento cayó la lluvia,
primero como aguacero,
luego como tormenta
y finalmente como huracán…

Y cuando llego la calma luego de la tormenta,
ya no quedaba nada de lo que antes yo era…

Soy un hombre nuevo
que ha renacido de entre sus propias cenizas..

Gracias por limpiarme…
Gracias por la noche…
Gracias por el día…
Gracias por la lluvia…
Gracias por la luna…
Gracias por el sol…



Por: Ezequiel
(César Santos Jr.)
septiembre6@hotmail.com
(507) 65934165
03 de Julio de 2011

Dialogo inconcluso conmigo mismo…


Dialogo inconcluso conmigo mismo…

-      ¿Por qué caemos, César? –

Para aprender como levantarnos de nuevo, César…

-      ¿No has perdido la esperanza en mí, César?

Jamás, jamás, César…

Porque la noche es más oscura justo antes de amanecer
y el amanecer ya está por llegar, tenlo por seguro, César…


Por: Ezequiel
(César Santos Jr.)
septiembre6@hotmail.com
(507) 65934165
20 de Junio de 2011

El Libro de Rostros…


El Libro de Rostros…

Bienvenidos al facebook,
donde los amores son perfectos,
los habladores creen decir la verdad
y todo el mundo presume vivir bien,
donde tus enemigos son los que más visitan tu perfil,
donde tus ex te eliminan
y tus amigos te bloquean,
donde el chisme y las poses están a la orden del día,
donde escribes realmente lo que estas pensando
y todos lo mal interpretan...

Bienvenidos al facebook,
donde todos son felices
o al menos fingen serlo…                                                                                     


Por: Ezequiel
(César Santos Jr.)
septiembre6@hotmail.com
(507) 65934165
26 de Junio de 2011

El arte de enamorarse solo… (Parte 0.75)


El arte de enamorarse solo…
(Parte 0.75)

Para ella y solo para ella, que sabe muy bien quien es…


Que lastima,
yo me imaginaba
un final totalmente distinto
para esta historia…

Es mi culpa,
solo mi culpa
nada más que mi culpa
y la de más nadie
que todo esto me pase…

Tal vez todo el problema en realidad soy solo yo,
pues nadie me mando a endiosarla…

Quien me manda ser el último estúpido enamorado
que sigue insistiendo en existir
en este lugar alejado de la mano de Dios…

Y yo que creía,
hasta hoy,
que escribir poesía serviría para algo
en este lugar…

Hoy,
al fin la vi,
al fin ocurrió eso que había anhelado tanto
desde la primera vez que tuvo la gentileza de dirigirme la palabra,
pero luego de verla,
luego de escucharla,
me sentí tan frustrado,
tan poca cosa,
tan insignificante,
tan infravalorado,
tan inservible
y esta nueva decepción
me hizo llegar a la conclusión
de que no sirve para nada
arrancarte el alma en pedazos
y traducirla en palabras escritas
si eso no produce absolutamente nada en ella…

Y eso fue,
desgraciadamente,
lo que pasó…

Y lo peor
es que yo sabía muy bien
que esto iba a ocurrir,
pero me negaba,
como hasta ahora,
a aceptar lo que es más que obvio:

Que o ella es de piedra,
o yo soy el imbécil más grande del mundo…

O ambas cosas a la vez…

Tal vez todo el problema en realidad soy solo yo,
pues nadie me mando a endiosarla…

Quien me manda ser el último estúpido enamorado
que sigue insistiendo en existir
en este lugar alejado de la mano de Dios…

Pero lamento informarles que,
muy a mi pesar,
no puedo ser de otra forma,
yo solo se ser como soy
y así seguiré siendo hasta el día que deje de existir…

Porque no se ser de otra forma
y porque alguien tiene que serlo
o empezar a serlo
o al menos intentarlo…


Por: Ezequiel
(César Santos Jr.)
septiembre6@hotmail.com
(507) 65934165
24 de Junio de 2011

El arte de enamorarse solo… (Parte 0.50)


El arte de enamorarse solo…
(Parte 0.50)

Para ella y solo para ella, que sabe muy bien quien es…



Teníamos un trato,
o al menos eso creía yo:

Mi parte del acuerdo era publicar
las cuatro cuartillas que ella me había inspirado a escribir
luego de nuestra última
(y, al parecer, única)
conversación…

Me había jurado a mi mismo
que no iba leerle ni mostrarle a nadie esto,
solo a ella,
hasta que intercambiáramos palabras una vez más…
Pero ella me pidió que publicara estas líneas…

Y yo aun no sé cómo decirle que no a lo que sea que ella me pida,
pues hasta sus más leves insinuaciones son órdenes tajantes para mi…

Yo ya cumplí con mi parte…

Y aun espero que ella cumpla con su parte del acuerdo…

Pero cada día que pasa pierdo más las esperanzas en que lo haga,
púes su actitud hacia mí es cada vez tan distante y fría
como un iceberg en medio de la Antártida…

Yo esperaba más
de la mujer que hizo que la sangre en mis venas
volviera a arder
y que mi corazón latiera con fuerza una vez más,
cuando ya yo había perdido toda esperanza
de volver a sentir el escalofrío de la pasión en mi piel…

Tal vez sea que a mi Musa le gusta verme sufrir…

O tal vez sea algo mucho más sencillo,
pero a la vez mucho más cruel:

Que ella no es mi musa,
ni nunca lo ha sido…

Eso lo explicaría todo…

Pero hasta el sol de hoy sigo dándole el beneficio de la duda al destino…

Aun recuerdo,
como si fuera ayer,
nuestra última
(y única)
conversación…

Estaba yo hundido en lo más profundo
de la peor depresión por la que he tenido que pasar en toda mi vida
y vagaba sin rumbo
por los pasillos de la Universidad,
con la mirada clavada en el piso,
mordiéndome los labios de desesperación
y de rabia
y conteniendo,
con las pocas fuerzas que aun me quedaban en aquel entonces,
las ganas de llorar…

Y de pronto ahí estaba,
frente a mí,
con esa sonrisa suya capaz de atravesar muros de roca solida,
mirándome a los ojos como si de verdad yo le interesara…

Y me habló…

Y debatimos sobre filosofía,
literatura,
poesía,
arte
y cultura universal,
como jamás lo había hecho con nadie
y como jamás hubiera podido imaginar
que iba a poder hacerlo con ella,
porque el concepto que tenía yo de ella,
hasta ese momento,
es el que ella era un ser indescriptiblemente hermoso,
pero con una capacidad intelectual
inversamente proporcional a su apariencia física,
una hermosa escultura de carne y hueso,
piel y sangre,
pero hueca y vacía por dentro, como todas las esculturas…

Y me encantó darme cuenta
que todo lo que alguna vez creí que ella era,
era mentira…

En realidad ella era la mujer más maravillosa del mundo,
la más interesante,
la más inteligente,
la única que había entendido totalmente
todo lo que yo había dejado plasmado en palabras en mis escritos,
y sin necesidad de que se lo explicara antes de que conversáramos al respecto…

Y me enamoré,
me enamoré de ella como el imbécil soñador que sigo siendo…

Y esperé con ansias nuestra próxima conversación…

Y esa conversación nunca llegó…

Y pasó el tiempo…

Y seguí esperando…

Y poco a poco se fue marchitando todo aquello tan hermoso que sentía por ella, como una flor cuando la arrancan de la planta para usarla como adorno…

Y lo que ella había inspirado en mi,
al igual que una flor marchita,
se quedó solo como un despojo,
como un cadáver,
hermoso, si,
pero cadáver al fin y al cabo…

Es mi culpa,
solo mi culpa
y nada más que mi culpa
el haberla idealizado tanto…

Y cuando ya me había casi convencido
de que nuestra conversación
no fue más que un mal chiste de mi hiperactiva imaginación,
ella volvió a hacerme el honor de dirigirme la palabra,
así, sin más, de la misma forma como se había ido,
sin causa ni motivo aparente,
como salida de una novela de Paulo Coelho…

Y nuevamente,
como un imbécil,
sucumbí a sus encantos…

E hicimos un trato, o eso creía yo…

Y ahora, publicaré lo que escribí para ella,
solo para ella, tal como ella me lo pidió…

Y seguiré esperando a que ella tenga el valor de cumplir con su parte del trato…

Aunque, la verdad,  no guardo muchas esperanzas al respecto…

Pero al menos lo intentaré…

Porque ella es mi musa,
mi ángel,
mi diosa…

Y por eso,
como pasa con todo lo etéreo,
por eso yo a ella no la puedo tocar…

Tal vez sea cierto
y si soy un imbécil soñador
que se ha enamorado solo…

Pero enamorarse,
así sea solo,
es un arte…

Y esta es mi obra maestra…


Por: Ezequiel
(César Santos Jr.)
septiembre6@hotmail.com
(507) 65934165
20 de Junio de 2011