El Ultimo Día de mi Melena…
Durante muchos años, tantos que no recuerdo bien cuantos, creo que son diez, más o menos, me dejé crecer el cabello, no por una cuestión de estética o moda, sino que al principio, todo inició por una motivación totalmente contraria a todos estos estándares sociales preestablecidos:
Lo hacía simple y sencillamente porque me daba la gana de hacerlo…
Pero con el tiempo, tener el cabello largo tenía un significado mucho más profundo para mí que simple y sencillamente rebelarme en contra del “orden capilar” establecido…
Como mi padre biológico es calvo, pensé que lo mismo me iba a ocurrir a mí y, según mi muy particular punto de vista al respecto, ¿Por qué no dejármelo crecer entonces, si de todas maneras se me iba a caer?
Por suerte para mí, me equivoqué en eso, ya tengo 34 años y mi cabello sigue tan firmemente aferrado a mi cráneo como mis convicciones a mi mismo…
Y así hice mi vida:
Estudie, trabajé, canté, protesté, amé, luché y viví durante todos esos años, y mi Melena se había vuelto, digamos, un símbolo para mí, con el que era fácil identificarme, pues solo tenían que referirse a mí como “el tipo del pelo largo” y ya se sabía, en medio de la multitud, quien era yo, lo que la verdad no necesariamente era tan agradable ni tan “bueno” como suena…
Porque esa “popularidad” no necesariamente era “buena”, casi siempre se asociaba mi apariencia física a algo negativo, aunque mi comportamiento y mi actitud hacia la vida demostraran todo lo contrario, pues, con el “aconductamiento” correcto, la percepción se convierte a veces en la realidad para algunas y algunos…
Y llegó el 2005…
Y mi madre fue diagnosticada con Cáncer en el seno izquierdo…
Me deprimí mucho por eso, y me iba a cortar el cabello, pero no lo hice, porque ella me dijo que no lo hiciera, que me conservara la Melena, porque ella quería verme el cabello, que era igual al de ella, mientras ella pasaba todo su tratamiento, pues así, mi cabello se convertiría en SU cabello…
Y así fue, mientras a mi madre se le cayó todo su cabello por la quimioterapia, yo lo conservé largo, con todo el sacrificio que eso implicaba…
Y pasó el tiempo…
Y mi madre venció al Cáncer…
Pasaron los años y seguí cantando, estudiando, trabajando, protestando, amando, luchando y viviendo, y todo esto lo hice teniendo el cabello largo…
Y cuando al fin, a pesar de todos los obstáculos para lograrlo (que sería larguísimo de explicar en tan pocas líneas) estaba a punto de graduarme, (teniendo mi cabello largo durante todo el proceso) y luego de haber ganado, para variar, contra todo pronóstico, todos los cargos por elección a los que podría aspirar un estudiante en la UNACHI (y todo esto lo hice teniendo el cabello largo), mi madre, nuevamente, fue diagnosticada con Cáncer en el Seno Izquierdo, si, en el mismo sitio donde había recibido radio y quimioterapia hacia años.
Y este nuevo golpe me mandó al piso…
Ya yo había tomado la decisión de cortarme la Melena, pero con esta nueva prueba de la Vida, decidí llevar mi compromiso con mi madre aun más allá:
Le hice la promesa de que iba a conservar la Melena durante todo el proceso que durara su tratamiento, hasta el día en que a ella le saliera su propio cabello…
Y así lo hice…
En el proceso, mi ex Amor me dejó totalmente solo con mi dolor, pero yo me mantuve firme en mi promesa…
Y pasó casi un año, y mi madre cada día ha ido mejorando más y más, y ya estamos llegando al final de su tratamiento…
Y nuevamente, mi Madre está venciendo al Cáncer…
Hace unos días conversaba con mi mamá, y me llamó muchísimo la atención que, ahora que le está saliendo el cabello nuevamente, luego de haber pasado otra vez por todo el martirio de la Quimioterapia, su cabello tiene un aspecto muy diferente al que tenía antes de que todo esto pasara…
Ahora es de color plateado, y al tacto de siente tan suave como el pelaje de un gato domestico…
Y de repente, así como me pasó cuando dejé de beber licor, tuve una revelación, una epifanía…
Y algo dentro de mi me dijo:
“Quiero tener el cabello como mi mamá, como un homenaje a ella, para parecerme aun mas a ella…”
Y en ese instante tomé la decisión de cortarme el cabello…
Y a las 2 de la Tarde del Lunes 31 de Enero de 2011, bajo las tijeras de la “discípula” de la última persona que me cortó el cabello, hace ya muchos años, a la cual le había hecho la promesa de que, cuando decidiera cortarme el cabello, lo haría con ella, le llegó el ultimo día a mi Melena…
Y así lo hice…
Y mientras el cabello caía de mi cabeza, sentía que me estaba quitando muchos años y un gran peso de encima, literalmente…
Y hoy es Primero de Febrero de 2011, el primer día del resto de mi Vida, el primer día después de haber de haber cumplido mi promesa, de haber cerrado un nuevo ciclo en mi Vida…
He cumplido, Mamá, he cumplido…
Por: Ezequiel
(César Santos Jr.)
septiembre6@hotmail.com
(507) 65934165
01 de Febrero de 2011