A smile and a cup of coffee…
Tuvieron que pasar muchos,
muchos años
para que al fin pudiéramos conversar como lo hicimos hoy…
Luego de muchas llamadas,
mensajes,
intentos fallidos
posposiciones y demás,
al fin nos encontramos,
y el catalizador de todo esto fue el café,
si estaba frio o caliente no importaba mucho,
lo importante era llenar nuestros organismos de cafeína lo suficiente
para empezar a hablar
de lo que tal vez no habíamos podido hablar con otros seres humanos
desde hacía mucho, mucho tiempo…
Pero lo del café,
como ocurre con toda droga,
era una excusa,
porque con o sin café
las palabras empezaron a brotar entre nosotros
como una cascada intensa y fluida,
y analizamos y le encontramos posibles soluciones,
o intentos de soluciones
a todos los problemas del universo,
partiendo desde lo especifico hasta lo general, o al revés, y viceversa…
Hablar con ella fue regresar en el tiempo y sentirme joven e inocente,
fue tener 13 años otra vez
y recordar que a esa edad estaba enamorado de ella
(de ella y de todas mis demás compañeras de secundaria,
las hormonas estaban haciendo explosión en mi en aquel entonces…
Y así ha sido desde entonces,
pero eso ya es otra historia…)
y que le escribí un poema,
y que no recuerdo el titulo de ese poema,
ni de que trataba,
pero si recuerdo que decía
que su sonrisa era capaz de iluminar mi vida
más allá de lo que ella jamás llegaría a imaginar…
Y hoy, con el café como cómplice, lo hizo una vez más…
Gracias,
nena de la sonrisa hermosa,
gracias…
Y gracias a ti, una vez más,
no pude dormir en casi toda la noche,
pensando en nuestra conversación…
(Por supuesto,
las cantidades industriales de cafeína que habían en mi organismo
también contribuyeron en gran medida a mi insomnio auto inducido…)
Y que sea la primera de muchas charlas que han de venir…
Que así sea…
Por: Ezequiel
(César Santos Jr.)
septiembre6@hotmail.com
(507) 65934165
09 de Junio de 2011